
A la Santa Cruz

Yo comprendo, señor crucificado
El pavor a la cruz. No la ironía:
Sufrir con la crueldad de tu agonía,
Y volver a caer en el pasado.
Te acompaño, Señor, atormentado
Y me retuerce el pulso la hamartía,
Y debo soportar la felonía
De verte escarnecido y humillado.
Al mirarte pendiente del madero
Me abochorno, Señor, con tu tormento
Mas tú quisiste cruz, yo contento
Porque escogí seguir por tu sendero
Cargado con el leño justiciero
Si puedo, como Tú, sin un lamento.
Vicente Hernández Alfonso.
Presidente SSVP de Albacete. España.
Comentarios recientes