
Testimonios sobre el covid-19: Vicente e Inmaculada

Testimonio de Vicente Hernández, Presidente de la Familia Vicenciana y de SSVP de Albacete, también de su esposa Inmaculada Escribano, Presidenta de Vida Ascendente de Albacete y coordinadora regional del mismo movimiento en la Comunidad de Castilla la Mancha.
Cuestionario al que responden:
1. ¿Cómo ha cambiado vuestra vida la pandemia?
2. Dificultades o sentimientos.
3. Aspectos positivos personales y de familia.
4. Cómo se ha enriquecido vuestra fe en la pandemia.
5. ¿Qué he hecho por los demás en la pandemia?
6. Lecciones de vida de cara al futuro.
Y estas son sus respuestas:
1.- En realidad es un cambio fuerte. Muchas estructuras y proyectos de vida se vinieron abajo. Afectó directamente a la libertad, la movilidad, la economía y el trabajo. El corte de relaciones familiares, el cierre de los colegios y paréntesis en las relaciones personales y con los grupos pastorales y parroquiales.
2.- Dependencia total de nuestros hijos. Miedo al contagio, a la muerte y pérdidas familiares.
3.- Espacio y tiempo para la reflexión. El caer en la cuenta de la intranscendencia de muchas de nuestras ocupaciones. El echar de menos a nuestra familia y amigos.
4.- Hemos caído en la cuenta una vez más de que solo El Señor está por encima de todos los acontecimientos del mundo. Hemos incrementado nuestra relación e intimidad con El Señor a través de tantos ratos de oración, exposición de la Eucaristía, y misa retransmitida. Con La Virgen en el rosario y durante la Semana Santa la reflexión sobre la pasión en el viacrucis. Nos damos cuenta de que solo por la fe hemos podido superar muchos ratos de tristeza y desesperanza.
5.-De manera global hemos sufrido en parte el dolor y sufrimiento de los demás y nos hemos conmovido constantemente con el dolor y la muerte cuando sentíamos las ambulancias y veíamos las funerarias desde la ventana. Contacto diario telefónico con los más solos y necesitados. Confeccionar algunos videos para animar y entretener a los grupos y contribución económica para las necesidades perentorias.
6.- No perder de vista nuestra contingencia y dependencia absoluta de Dios. Aprovechar al máximo nuestros días de vida. Aprovechar los días para dar más amor a los nuestros y a los demás. Prescindir de lo que no es importante.
Albacete 30 de Junio de 2.020
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